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Evita un resfriado y refuerza tus defensas

Evita un resfriado y refuerza tus defensas

 

El resfriado común se llama así por ser la enfermedad más común que afecta al ser humano. No solo se considera la enfermedad más extendida en el mundo, es que se puede decir que casi el 100% de la población sufrirá un resfriado en su vida y lo más probable es que sufra más de uno por año. Afecta a toda la población, desde los niños hasta los ancianos, y con mayor frecuencia a las personas con un sistema inmunitario debilitado. Se trata de infecciones de las vías respiratorias causadas por una amplia variedad de virus, aunque las dos familias más importantes son las de los rinovirus y los coronavirus. La incidencia de esta enfermedad es más alta cuando concurren cambios o descenso de temperatura, sobre todo en las estaciones de otoño e invierno. Son muy contagiosos y se transmiten por el contacto cercano con las personas infectadas al inicio del cuadro de los síntomas.

Los síntomas principales son generalmente estornudos, goteo y congestión nasal, dolor de cabeza, molestias a nivel faríngeo (picor, dolor o mucosidad en la garganta), tos y sensación general de malestar. Aunque se trata por lo general de un problema leve que tiende a resolverse por sí mismo gracias a la acción del sistema inmunitario (en 7 o 10 días), no deja de ser molesto ya que disminuye la calidad de vida de quien lo padece. Además, un resfriado mal curado puede alargarse durante meses, además de poder dar lugar a complicaciones como amigdalitis, bronquitis, sinusitis, otitis e incluso neumonías.

Sin duda alguna, la mejor estrategia contra los resfriados es la prevención. Para ello es imprescindible atender a una serie de medidas higiénicas y dietéticas, tendentes sobre todo a evitar el contagio, y mantener fuerte nuestro sistema inmunitario para que pueda defenderse contra el ataque de los virus o ganarles rápidamente la batalla.

Estrategias en prevención y reducción de la sintomatología

Podemos ayudar a nuestro sistema inmunitario con distintas estrategias para que sea capaz de defenderse frente a posibles infecciones: microbiota intestinal, fitoterapia y micronutrientes.

1. Microbiota intestinal

El tracto gastrointestinal se describe como el órgano inmunológico más grande del cuerpo. Representa la mayor zona de contacto de las células de nuestro organismo con el medio ambiente y contiene hasta el 80% de todas las células productoras de anticuerpos.

La microbiota intestinal es una parte fundamental en el mantenimiento de esta mucosa, y de acuerdo con la evidencia científica, las bacterias que forman parte de esta microbiota pueden limitar la adhesión de microorganismos patógenos a nuestro intestino, además de poder ayudar en la modulación de las respuestas de nuestro sistema inmunitario.

Pero esta microbiota intestinal puede sufrir desequilibrios (por estrés, determinados medicamentos, excesiva higiene, consumo de alcohol y tabaco, cambios bruscos de dieta, entre otros) que pueden afectar a nuestro estado de salud y, concretamente, a nuestra capacidad de defendernos de los agentes patógenos externos.

Por ello, en estas circunstancias, que son más comunes de lo que creemos, puede ser necesario incluir un complemento alimenticio a base de cepas de probióticos patentadas, generalmente bacterias ácido lácticas de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium, que pueden ayudarnos a modular y equilibrar nuestra microbiota intestinal y que, además, cuentan con evidencia científica contrastada en el apoyo a nuestro sistema inmunitario.

2. Fitoterapia

Existen dos plantas, englobadas dentro del grupo de plantas adaptógenas, que combinadas entre sí tienen una acción sinérgica para reforzar nuestro organismo ante condiciones ambientales severas, con un amplio perfil de seguridad: el andrographis y el eleuterococo.

El Andrographis (Andrographis paniculata (Burm.f.) ex Nees) es una planta herbácea de la India y Sri Lanka, donde el extracto de sus hojas se utiliza fundamentalmente en problemas infecciosos. Gracias a los principios activos de las hojas, los andrografólidos, los extractos de esta planta contribuyen a la resistencia general del organismo, aumentando la resistencia fisiológica del organismo en caso de condiciones ambientales severas. Además, ayuda a suavizar los problemas respiratorios como tos y malestar de garganta.​​​​​​​​​​​​​​

El Eleuterococo (Eleutherococcus senticosus Maxim.) es una planta de la familia Araliaceae que crece espontáneamente en las laderas de las montañas de Siberia, cuyo rizoma ayuda a apoyar las capacidades físicas en casos de agotamiento y cansancio. También contribuye a disminuir el cansancio y la fatiga propios de los resfriados, es una ayuda válida durante la estación fría porque contribuye a apoyar las defensas del organismo, así como a proporcionar un alivio a la garganta y al tracto respiratorio superior.

Debemos elegir aquellos extractos de andrographis y eleuterococo que tengan una concentración estandarizada en sus principios activos y que cuenten con estudios clínicos propios que demuestren sus propiedades sinérgicas en el apoyo de nuestras defensas.

3. Micronutrientes

No debemos olvidar el papel que ejercen las vitaminas y minerales sobre el estado de nuestro sistema inmunitario. Deberíamos ser capaces de conseguir unas cantidades diarias adecuadas con la alimentación para un correcto estado de salud, pero muchas veces no lo conseguimos y, además, existen determinadas circunstancias donde los requerimientos son aumentados: épocas invernales, estrés, dietas restrictivas, edad, factores genéticos, infecciones víricas, bacterianas y parasitarias, etc.

Las vitaminas y minerales más importantes por su papel de apoyo a nuestro sistema inmunitario son: la vitamina C, la vitamina D, el hierro, el selenio y el zinc.

A la hora de elegir un complemento alimenticio de alguna de estas vitaminas o minerales, debemos elegir aquellos que ofrezcan las formas orgánicas, ya que son de mejor absorción por parte del organismo y, por tanto, la eficacia va a ser mayor, además de ser más respetuosos con nuestro organismo.

 

​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​Paula Saiz​​​​​​​

• Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid, especialidad en Biología vegetal.

• Master en Biología Vegetal Aplicada por la Universidad Complutense de Madrid.

• Colaboración en la Unidad de Patología Endotelial del Hospital Ramón y Cajal de Madrid: ensayos clínicos y fitoterapia antiedad.

• Actualmente forma parte del Dpto. Técnico y Documentación y Formación de 100% Natural.

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