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Estrategias naturales para conseguir una buena salud digestiva

Estrategias naturales para conseguir una buena salud digestiva

 

El aparato digestivo es uno de los más importantes de nuestro cuerpo ya que es el encargado de absorber los nutrientes de los alimentos y convertirlos en energía para alimentar todas las células. Para conseguir un buen estado de salud no basta con comer bien, es necesario mantener un ritmo intestinal correcto y regular.

Los problemas asociados al aparato digestivo son muy frecuentes. En la actualidad, se estima que uno de cada cinco españoles sufre problemas gastrointestinales transitorios por distintas circunstancias, como pueden ser trastornos psicológicos, viajes, sedentarismo, estrés o el cambio de dieta. Pero también existen trastornos crónicos como puede ser la permeabilidad intestinal.

Durante la jornada laboral, tanto el estrés como el comer fuera del hogar suele repercutir en la elección de los alimentos que ingerimos. Nos decantamos más por comidas procesadas con un contenido en fibra muy reducido, comemos rápido y sin masticar la comida, o elegimos comida rápida alta en grasas saturadas en detrimento de frutas y verduras, lo que repercute en que la regulación intestinal sea menor. Estos malos hábitos que pueden vivirse en el puesto de trabajo provocan una alteración de los movimientos peristálticos del intestino producido por una reducción del aporte sanguíneo al tracto intestinal. Además, el estrés también provoca que, al tener menos tiempo, se retrase el momento de la defecación. Y no podemos olvidar las fiestas navideñas, donde la tónica habitual son las comidas copiosas durante muchos días, un consumo excesivo de dulces y cantidades variables de alcohol.

Las quejas más frecuentes asociadas al sistema digestivo son: digestiones pesadas, acidez, reflujo, flatulencias, náuseas y vómitos, estreñimiento e incluso diarrea o alternancia entre ambos, signo inequívoco de irritación intestinal. En definitiva, son circunstancias que repercuten en la salud y la calidad de vida. Y cuando en el sistema digestivo las cosas van mal, todo va mal. De ahí su apelativo de “2º cerebro”.

¿Cómo podemos apoyar nuestra salud digestiva?

Tenemos 4 estrategias naturales, perfectamente combinables entre sí, para apoyar nuestra salud digestiva:

1. Extractos de alcachofera y jengibre: soporte de la función digestiva

Los extractos estandarizados de hojas de alcachofera y de rizoma de jengibre son ampliamente conocidos por su contribución en la función normal del tracto gastrointestinal. Además, se ha evidenciado que son más efectivos cuando se dan juntos que por separado.​​​​​​​

De la alcachofera (Cynara cardunculus (L.) subsp. scolymus) nos comemos las cabezuelas florales, las alcachofas, pero los extractos de sus hojas, ricas en flavonoides, ácido clorogénico (ácido cafeoilquínico) y terpenoides como la cinaropicrina, contribuyen a la función normal del intestino, dando soporte a la función digestiva. También ayudan al manejo de las náuseas, las flatulencias y la sensación de plenitud.

La característica destacada del jengibre (Zingiber officinale Rosc.) es su tallo subterráneo en forma de rizoma horizontal, que es muy apreciado por su aroma y sabor picante, pero también por sus beneficios para la salud. Los extractos de rizoma de jengibre son ricos en gingeroles y shogaoles, que contribuyen a la función normal del tracto gastrointestinal. También ayudan a reducir la sensación de mareo y vómitos asociados a los viajes en coche o en avión.

2. Concentrado de papaya: enzimas digestivas y mucho más

Es habitual incluir a la papaya (Carica papaya L.) dentro de los alimentos que cuidan la salud digestiva, principalmente por su contenido en papaína y fibra. La papaína es una enzima con propiedades similares a la pepsina y tripsina humanas, ayudando a la ruptura de proteínas de la dieta. Por su alto contenido en fibra soluble, especialmente pectinas, es capaz de formar coloides gelatinosos en contacto con el agua que hay en el intestino. Estos coloides aumentan la masa de las heces y de esta manera, de una forma mecánica, ayudan a evacuar en el caso del estreñimiento y en el caso de diarrea “ligan” las heces. Por todo ello, la papaya resulta muy beneficiosa en las personas con dificultades para digerir, las que padecen estreñimiento y las personas con síntomas de intestino irritable.

Sin embargo, el contenido en papaína y otros nutrientes de la papaya varía en función de: su origen geográfico, forma de cultivo y estado de madurez de la fruta en el momento de su recogida, entre otras cosas. Por ello, cuando se pretende un efecto fisiológico que favorezca la digestión y alivie los trastornos intestinales como el estreñimiento o la diarrea, debe recurrirse a preparados, que contengan una mayor cantidad de papaína que la papaya madura cruda y que sea capaz de mejorar la digestión.

3. Reparar y mantener la barrera intestinal

La mucosa del intestino se encarga de aislar el organismo frente a agentes externos. Esta barrera mucosa selectiva, permite pasar al torrente sanguíneo los nutrientes necesarios, bloqueando el paso de sustancias no deseadas.

​​​​​​​Cuando esta mucosa se ve dañada, permite que las sustancias como los alimentos no digeridos, toxinas, fármacos y microorganismos, que deberían eliminarse por el tracto digestivo, escapen hacia el torrente sanguíneo, pudiendo afectar a la función óptima de los diferentes sistemas del cuerpo.

Existen determinados nutrientes que, de acuerdo con los estudios científicos publicados, pueden actuar de forma sinérgica para mantener una barrera intestinal en óptimas condiciones, apoyando un correcto revestimiento mucoso que contribuya a la salud gastrointestinal:

  • Aminoácidos esenciales y no esenciales, como la L-lisina, la L-glutamina y la acetil-L-cisteína.
  • Glutamina, quercetina, zinc y betacaroteno: estos cuatro nutrientes ayudan a “sellar” la mucosa intestinal, asegurando de este modo la integridad de la barrera intestinal. Además, la glutamina, aminoácido que forma parte de los aminoácidos proteicos con importantes funciones en el organismo, es la principal fuente de energía de las células epiteliales en el intestino delgado, y funciona junto con otros aminoácidos, tales como leucina y arginina, para mantener la integridad y función.
  • Vitamina B2, vitamina A y biotina: contribuyen al mantenimiento de las mucosas, como la intestinal, en condiciones normales.
  • Zinc y vitamina B2: contribuyen a la protección de las células frente al daño oxidativo.
  • Otros nutrientes interesantes: Gamma oryzanol procedente del arroz.

4. Bacterias beneficiosas para repoblar la microbiota intestinal

Las bacterias beneficiosas han sido definidos por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como “microorganismos vivos que cuando se administran en las cantidades adecuadas confieren un beneficio para la salud del huésped”. Hay numerosas bacterias beneficiosas, pero entre las más conocidas están los Lactobacillus y los Bifidobacterium.

Debemos tener en cuenta las siguientes características para elegir un buen complemento de bacterias beneficiosas:

  • Las bacterias beneficiosas deben ser de origen humano y con compatibilidad intestinal: resistentes a la humedad, al oxígeno, a la temperatura, a los ácidos estomacales y las sales biliares.
  • Formulados con cepas concretas. No todos estos microorganismos provocan el mismo tipo de efecto ni con la misma intensidad. La cepa se indica con unos números detrás de la especie, por ejemplo: Lactobacillus rhamnosus 32550.
  • Con estudios clínicos propios. Es una apuesta ganadora si elegimos productos que tengan cepas concretas de bacterias beneficiosas cuya función está corroborada con resultados clínicos.

Estas bacterias, de acuerdo con la bibliografía científica, están ligadas a la protección frente a la enfermedad causada por microorganismos, alivio de la intolerancia a la lactosa, alivio de alteraciones digestivas como el estreñimiento, pesadez estomacal y reducción de gases e hinchazón estomacal, incremento de la función inmune y otros beneficios sobre la salud. También se ha demostrado que estas bacterias beneficiosas son útiles para ayudar a algunos pacientes con estreñimiento, especialmente cuando se debe a algún problema intestinal. Para potenciar la supervivencia de estas bacterias beneficiosas, podemos incluir una fibra prebiótica como pueden ser los fructooligosacáridos (FOS).

Conclusiones

Si queremos disfrutar de una buena calidad de vida, no descuidemos nuestra salud digestiva. Mantener un tránsito intestinal regular realizando ejercicio físico, llevando una correcta hidratación y comiendo alimentos ricos en fibra son las medidas esenciales para el bienestar general, sin olvidarnos de las estrategias naturales como herramientas útiles para el bienestar intestinal.

 

​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​Paula Saiz​​​​​​​

• Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid, especialidad en Biología vegetal.

• Master en Biología Vegetal Aplicada por la Universidad Complutense de Madrid.

• Colaboración en la Unidad de Patología Endotelial del Hospital Ramón y Cajal de Madrid: ensayos clínicos y fitoterapia antiedad.

• Actualmente forma parte del Dpto. Técnico y Documentación y Formación de 100% Natural.

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