¿Por qué necesitamos complementos alimenticios?

 

Los complementos alimenticios son fuentes de nutrientes (vitaminas y minerales) o de otras sustancias con efecto nutricional o fisiológico, como los ácidos grasos esenciales, aminoácidos, fibras o extractos vegetales, que se presentan en forma de dosis (comprimidos, cápsulas, perlas, líquido…) que ayudan en casos de necesidades nutricionales específicas para mantener el bienestar general. Pero también se ha comprobado que los complementos, más allá del estado de salud, son una ayuda para cuidarse y mantener la vitalidad con el paso de los años.

A pesar de que una dieta equilibrada debería ser suficiente para mantener una salud óptima, la realidad nutricional de la población muestra carencias significativas que pueden llegar a afectar a la salud y, por tanto, al bienestar.

Los complementos alimenticios están sujetos a la legislación europea que regula su composición y las formas químicas permitidas para su uso.

¿Por qué no es suficiente con la dieta?

Aunque en condiciones ideales una dieta equilibrada aportaría todos los nutrientes necesarios, los datos observacionales muestran que esto no siempre ocurre por diferentes motivos:
Un aspecto en el que los profesionales de la salud están haciendo más hincapié es el abuso en el consumo de alimentos ultraprocesados y en cómo estos están afectando a la salud. La realidad es que este tipo de productos están alterando el patrón alimentario global. Son alimentos de baja calidad nutricional, pero altamente atractivos, apetitosos y, en muchos casos, económicos para el consumidor, lo que ha afianzado su incorporación a la dieta habitual. El riesgo que suponen para la salud por lo adictivos y accesibles que son ha hecho que cada vez haya más estudios que los relacionan con enfermedades crónicas, obesidad e incluso problemas de salud mental. Por lo general son productos ricos en grasas saturadas, azúcares, sal y múltiples aditivos, con un bajo valor nutritivo.​​​​​​​​​​​​​​

• La disponibilidad y acceso a alimentos frescos ricos en nutriente es desigual entre la población.
• El estilo de vida moderno favorece dietas desequilibradas y ricas en productos ultraprocesados.
• Hay grupos especialmente vulnerables como embarazadas, lactantes, personas mayores, pacientes polimedicados o con patologías crónicas que necesitan una ayuda extra en la dieta para mejorar su bienestar.

En este contexto, los complementos alimenticios se presentan como una estrategia de refuerzo nutricional, no sustitutiva, para ayudar ante carencias concretas y apoyar el bienestar integral. Su criterio de uso debe basarse siempre en la evidencia científica, evitando el consumo indiscriminado y sin indicación.

No todos los complementos son iguales

Muchas veces se puede pensar que todos los complementos son iguales, pero nada más lejos de la realidad. En el mercado existe una oferta muy variada y amplia, y a la hora de elegir un complemento es necesario tenerlo en cuenta y saber cuáles son los elementos claramente diferenciadores en seguridad y calidad.

​​​​​​​Cuando necesites complementar la dieta con una vitamina determinada, un ácido graso, un mineral o un extracto de planta, hongos…, es muy importante leer detenidamente las etiquetas y comprobar que los ingredientes utilizados son los adecuados.

En el caso de los botánicos hay que observar sin son extractos o simplemente polvo triturado, la parte de la planta que se utiliza (ya que los principios activos de interés pueden estar en las hojas, la raíz, las flores…; y esos son diferentes en cada parte), la forma de extracción, la cantidad de ingrediente incluida por dosis, la procedencia de la materia prima, así como si el ingrediente cuenta con estudios científicos propios que avalan su eficacia y calidad. Es importante confiar en extractos patentados que ofrecen destacados beneficios, entre ellos la protección de la integridad del extracto, una mayor biodisponibilidad y absorción de los principios activos y la garantía total de seguridad y calidad.

¿Qué es importante que esté detallado en el etiquetado de los complementos?

La legislación regula que los envases de complementos tengan una serie de especificaciones obligatorias como son la denominación del complemento, el lote, la fecha de consumo preferente, el modo de conservación, la dosis del producto, la cantidad neta, la lista de ingredientes, la denominación de los nutrientes o sustancias, el nombre o razón social de la empresa y las advertencias sobre alérgenos.​​​​​​​

Sin embargo, es importante que esté reflejada otra información específica que pone el acento en la calidad y seguridad del complemento, así como la transparencia del laboratorio.​​​​​​​​​​​​​​

En el caso de sustancias vegetales es muy recomendable que esté detallado:

• Nombre botánico completo: indicando la variedad
• Parte de la planta utilizada: hojas, flores, planta entera, raíces…
• Preparado utilizado como ingrediente: extracto, polvo, tintura…
• Contenido en activos principales.
• Tipo de extracción: por destilación, con disolventes o con alguna tecnología que mejore su absorción.

En el caso de otras sustancias naturales:

• Fuente del ingrediente.
• Parte utilizada: por ejemplo, en pescados y mariscos: aceite, piel, caparazón.
• Tipo de extracción: por destilación, con disolventes, con alguna tecnología que mejora su absorción…

Enriquecer la dieta con complementos alimenticios de calidad puede ser una opción muy recomendable teniendo en cuenta las carencias nutricionales de la dieta actual o en casos de estados de salud más vulnerables, pero no todo vale.

Cuando consumimos un complemento queremos aprovecharnos de todos sus beneficios, de ahí la necesidad de apostar por productos de calidad que nos garanticen una biodisponibilidad y absorción optima; esto quiere decir que el principio activo va a llegar donde tiene que llegar, sin degradarse o ser eliminado sin aprovecharnos de sus afectos. Los complementos son de gran ayuda, pero no son un producto inocuo. Es importante hacer una compra y consumo responsables, y consultar a un profesional de la salud experto en complementación para recibir una prescripción personalizada.